Una nueva investigación
sugiere que los pacientes jóvenes con asma que utilizan medicamentos conocidos
como anticolinérgicos inhalados, tales como ipratropio. podrían ser
más propensos que otros a sufrir latidos cardiacos irregulares potencialmente
peligrosos.
Sin embargo, este aumento en
el riesgo no se observó en algunos tipos de anticolinérgicos.
Obviamente, este hallazgo
plantea un problema debido al reciente interés en el uso de anticolinérgicos
para tratar el asma", señaló el autor del estudio Todd Lee de la
Universidad de Illinois en Chicago, en un comunicado de prensa de la American
Thoracic Society.
Aun así "encontramos un
incremento en el riesgo de eventos asociados con el uso de anticolinérgicos, el
número total de eventos encontrados fue relativamente pequeño", explicó
Lee. "Por tanto, el riesgo absoluto de un evento para un paciente
individual es relativamente bajo".
Los pacientes de asma
utilizan los medicamentos anticolinérgicos cuando tienen ataques de asma para
obtener un alivio rápido. Estos medicamentos han demostrado ser prometedores
para usar a largo plazo con el objetivo de prevenir exacerbaciones, apuntó el
comunicado de prensa.
Sin embargo, en base a la
investigación con pacientes que tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica,
los científicos se preguntan si estos medicamentos podrían aumentar el riesgo
de problemas cardiacos. En el nuevo estudio, los investigadores estudiaron
datos de más de 280,000 pacientes con asma de 5 a 24 años. Encontraron 7,656
nuevos usuarios de medicamentos para el asma que los habían utilizado durante
al menos 6 meses en comparación con otros 76,000 pacientes.
Los investigadores
encontraron que los que usaban estos medicamentos se enfrentaban al riesgo de
latido irregular. El resumen del estudio no dice cuántos desarrollaron el
problema, pero los informes apuntan a que los usuarios de anticolinérgicos
tenían un riesgo 1.56 veces mayor que los no usuarios.
El tipo de medicamento
anticolinérgico utilizado marcaba la diferencia. No se observó un riesgo
significativo con el tiotropio (Spiriva) o ipratropio cuando se combinaron con
otros medicamentos para el asma llamados beta-agonistas de acción corta, como
el albuterol.
El Dr. Alan Baptist,
profesor asistente de alergia e inmunología de la Universidad de Michigan, señaló
que el estudio es útil, aunque advirtió de que los pacientes que toman estos
medicamentos, considerados por lo general como una segunda opción después de
otros medicamentos, podrían diferir de otros pacientes de asma.
Por ejemplo, a los pacientes
se les administra algunas veces ipratropio porque se quejan de
"aceleración del corazón" con el albuterol, la primera línea de
tratamiento", apuntó Baptist. "Por lo tanto, tal vez los pacientes
que recibieron anticolinérgicos tenían un mayor riesgo basal de arritmia,
incluso antes de recibir el anticolinérgico".
¿Qué deben hacer los médicos
y los pacientes? "Sopesar siempre los riesgos y beneficios de los
medicamentos, reducir el nivel de medicamentos cuando el asma esté bajo control
y usar la dosis más baja posible", destacó.
Estaba previsto que el
estudio se presentara el martes en la conferencia de la American Thoracic
Society en San Francisco. Los datos y las conclusiones deben ser considerados
como preliminares hasta que se publiquen en una revista reseñada por
profesionales.
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